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Es indiscutible que la orquesta más popular en Puerto Rico y Sudamérica durante los años 70 fue el Apollo Sound de Roberto Roena

El 20 De Julio de 1969 nació la Oruesta “El Apollo Sound” del gran músico puertorriqueño Roberto Roena. Junto al trompetista Elías Lopés funda “El Apollo Sound”.

Dicho nombre surge del primer ensayo de su agrupación, el cual coincidió con el día del lanzamiento del cohete Apollo a la luna.

Roberto Roena grabó 10 discos en nueve años para el Sello Internacional, perteneciente a la disquera Fania y aunque no era un gran estudioso de la música, supo rodearse de muy buenos músicos y utilizar su talento para conformar su propia agrupación, la que ya cumple más de cincuenta año.

Es indiscutible que la orquesta más popular en Puerto Rico y Sudamérica durante los años 70 fue el Apollo Sound de Roberto Roena.

El 20 De Julio de 1969 nació la Oruesta “El Apollo Sound” del gran músico puertorriqueño Roberto Roena

“Lucky 7” fue su séptima entrega frente al Apollo con el sello Fania Internacional, tras su discreto debut como líder junto a Los Megatones y luego de una fructífera trayectoria como bongocero del Combo de Rafael Cortijo y El Gran Combo de Rafael Ithier.

Con “Lucky 7” Roena consolidó su popularidad a nivel continental gracias al arreglo de una canción innovadora que desafío los esquemas del arrollador sonido salsoso institucionalizado en Nueva York durante la década: “Mi desengaño”, de Julio Merced y Pucho Soufront.

“Lucky 7” fue su séptima entrega frente al Apollo con el sello Fania Internacional

En 1976 el Apollo y su nuevo cantante Papo Sánchez, orgullo de Hatillo, escalaron las listas con una letra nostálgica inspirada en un amor no correspondido. En su arreglo el propio trombonista Merced incorporó la cadencia del samba, enlazada a través de sus compases con un son revestido de los matices de la bossa nova, el jazz y la bomba.

El éxito “Mi desengaño” invitó a muchos a reinventar su sonido y reformular sus propuestas en la salsa, con arreglos de mayor elaboración y sofisticación armónica, como los que en Nueva York Marty Sheller realizaba para Willie Colón.

Adicional al brillante debut de Papo Sánchez, la excelencia de “Lucky 7” descansó en los arreglos y orquestaciones de señores músicos como los trompetistas Luis ‘Perico’ Ortiz y Elías Lopéz, los pianistas Papo Lucca y Jorgito Millet y el Rey del Bajo, Bobby Valentín.

La secuencia inicia con el guaguancó “Que me castigue Dios”, interpretado por Sammy ‘El Rolo’ González, cantante estelar del Apollo hasta “La 8va. Maravilla”, su siguiente álbum. En “Que me castigue Dios” escuchamos al final al entonces incipiente Rubén Blades con la declamación de unos versos que hoy le merecerían el repudio de las organizaciones feministas, pero que en 1976, fueron aplaudidos por la sociología machista imperante en la industria:

«La 8va. Maravilla» Roberto Roena y su Apollo Sound año 1977

Que se me seque la boca/si yo te vuelvo a besar/Y si te vuelvo a mirar/que se me nuble la vista/me cansó tu mal aliento/que nunca te reproché/también te huelen los pies/y sé que ni los gusanos/contigo meterían mano en ese día que te mueras/Tú una vaca cualquiera y yo un caballo con clase/ojalá un truck te pase por encima la cabeza/ pa’ que salga la sucieza con que tú a mi me trataste.

“Lucky 7” también fue un elepé que satisfizo las expectativas del bailador. Aunque posiblemente muchos se cruzaron bailando el samba de “Mi desengaño” y la fusión de “Que me castigue Dios”, el merengue “La mala maña”, arreglado por el pianista del Conjunto Quisqueya Chokie Acosta, la pachanga con cumbiaEstás equivocada”, la composición “A bailar mi bomba” de Arsenio Rodríguez y los guaguancós “Me le fugué a la candela”, “La hija de la vecina” y “Fea” complacieron a las parejas que en aquellos días desbordaban salones como el Rancho Luna, El Moroco y El Carretero.

No hay duda de que la edición mejor aceitada del colectivo orquestal Apollo Sound fue justamente la que intervino en “Lucky 7”, encabezada entonces por el flautista Miguel Rodríguez, el trompetista Mario Cora, el timbalero Cuqui Santos, el conguero Papo Clemente y el trombonista Julio Merced, quien más adelante desertaría con el cantante Papo Sánchez para fundar la banda Salsa Fever. Tres décadas después de su lanzamiento es una afirmación irrefutable.

El Apollo Sound” del gran músico puertorriqueño Roberto Roena

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