Hay muchísimos instrumentos que han contribuido enormemente a que la música latina y sus grandes exponentes sean conocidos a nivel mundial, pero lamentablemente no tienen mucha popularidad y el público en general no logra identificarlos. Tal es el caso del charango, del cual procederemos a hablar en esta oportunidad.
El charango se puede definir como un instrumento de cuerda que forma parte de la familia laúd y que tiene su origen en la región andina sudamericana. Se cree que comenzó a ganar popularidad durante el Virreinato de Perú. Cuanta con aproximadamente cinco pares de cuerdas, pero hay algunos modelos que tienen un mayor o menor número de cuerdas.
A continuación, más información y datos interesantes del charango y su historia.
Cómo se crea el charango en primer lugar
Aunque todavía no ha sido posible determinar la época exacta en la que el charango comenzó a ser tocado, sí se ha logrado comprobar su existencia desde el siglo XVII y su inspiración proveniente del timple canario (instrumento de cuerda originario de las Islas Canarias que posee cinco cuerdas).
El timple canario siempre estaba muy presente en las denominadas ‘’charangas españolas’’, las cuales eran una especie de tunas o comparsas que se realizaban en la calle. Es de aquí de donde se origina el nombre ‘’charango’’ con el que se le empezaría a llamar en adelante.
Cómo empezó a popularizarse el charango
Anteriormente, era un instrumento exclusivamente usado por las clases más rurales de la época y se le relacionaba mucho con la población indígena. Sin embargo, a partir de la década de 1950, esa situación empezó a cambiar y el charango empezó a ser más escuchado en zonas más urbanas, lo que llevó a los pobladores de estos lugares a participar en conciertos y actividades folclóricas para todo público.
El principal responsable de que esto ocurriera fue el músico y luthier nacido en Bolivia Mauro Núñez quien en el año 1944 concretamente, empezó a servirse del charango para poder divulgar la música folclórica y fabricar modelos nuevos de charango con el fin de popularizarlo aún más. Esto hizo que muchos otros músicos fueran encontrando sus propios estilos musicales con el instrumento, con lo cual lograron llevar al charango a las salas de conciertos y teatros de toda Bolivia.
Unos años después, el charango llegó a Ecuador, pero en la década de 1960, llegó a Argentina y a algunos países europeos- Por esos mismos años, varios artistas provenientes de Bolivia, Perú y Argentina comenzaron a girar por el mundo y, como consecuencia, terminaron llevando el charango al resto de Europa, Estados Unidos y Japón.
En 1973, el charanguista y compositor boliviano William Ernesto Centellas tuvo la iniciativa de constituir la Sociedad Boliviana de Charango y contó con el apoyo del charanguista Abdón Caméo y el cantautor Ernesto Cavour Aramayo. Dicha sociedad organiza el Congreso Nacional de Charango y el Encuentro Internacional de Charanguistas cada dos años.
Hoy en día, todos aceptan la idea de que la ciudad de origen del charango es la ciudad de Potosí y, debido a la forma en la que se dio su posterior difusión, la población de Aiquile fue muy importante para el instrumento al punto que hoy en día se le conoce como ‘‘la Capital del Charango’’.
Cómo es el charango y cómo se toca
El charango tiene una forma muy similar a la de la guitarra, aunque tiende a ser un poco más pequeña. Del mismo modo, su caja de resonancia tiene un tamaño más reducido y el mástil mucho más corto. Entre los tamaños más comunes, podemos mencionar 50cm, 60cm y 75cm. Por lo general, tiene cinco pares de cuerdas, pero hay algunos modelos peruanos que pueden tener cuatro cuerdas, dos a cada extremo y una doble al medio.
La forma en la que se afina el charango varía dependiendo de la zona y los gustos del músico, pero la afinación más común es el templo natural. Así como es el caso de la guitarra, el charango también tiene las cuerdas del tercer orden octavadas entre sí.
En cuando a la forma en la que el charango debería tocarse, las técnicas más utilizadas por los charanguistas son los rasgueos, los repiques y el tremolo. Hablando de los ritmos más populares, no podemos dejar de mencionar el Huayno, el Carnaval, La Cuenca, entre otros.
Tocar el charango puede ser todo un desafío para los músicos principiantes, pero con el esfuerzo y dedicación necesarios, se pueden lograr resultados increíbles hasta para el más inexperto.
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