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La kizomba y el protagonismo de la mujer durante el baile

Una sociedad tiene un gran número de expresiones artísticas que dejan ver cómo son percibidos cada uno de sus miembros en el ámbito cultural. Una de ellas es el baile, el cual nos permite apreciar de qué manera son vistos en hombre y la mujer por todos los demás.

No es casualidad que siempre haya sido el hombre el que marcara el ritmo que su contraparte femenina debía seguir durante un baile social cualquiera, así que podemos decir que la mujer no era más que sujeto pasivo que debía aguardar por las indicaciones de su pareja. 

Luego de décadas de una intensa lucha por los derechos de la mujer, se fueron dando un conjunto de profundos cambios culturales que derivaron en la transformación más grande que hayamos experimentado como sociedad. Desde luego que la música y las artes en general no podían escapar a esta realidad tan abrumadora.  

Uno de esos cambios fue un mayor protagonismo de la mujer en los bailes sociales, la cual ya no es tan dependiente de su pareja masculina como solía serlo en otras épocas. Ahora, ambos integrantes de la pareja de baile son muy importantes para la ejecución de cualquier coreografía.  

Qué rol jugó la kizomba en este cambio 

Dos mujeres bailando kizomba

Todos sabemos que ya la mujer no es vista de la misma forma que hace décadas atrás, pero no se tiene muy claro cómo fue que esta situación cambió en el baile. Pues bien, uno de los sucesos que marcó el fin de la hegemonía masculina en el baile fue el surgimiento de la kizomba.

Este fue el primer género musical en el que tanto el hombre como la mujer podían ser los que dirigiesen el ritmo del baile. Esto no quiere decir que el hombre no pueda seguir siendo el guía de los pasos, pero no tiene que ser así todo el tiempo. Los roles de género ya no juegan un papel importante durante el baile. 

Debido a la facilidad con la que la kizomba se baila, el rol de los integrantes de la pareja puede cambiar de un momento a otro sin ningún problema. Del mismo modo, los dos pueden aprender a llevar y dejarse llevar para decidir cuál es el mejor momento de cambiar el rol de cada uno. Lo maravilloso de esto es que tanto el hombre como la mujer tienen una mayor libertad al momento de seguir o cambiar la ejecución de la danza.  

Mujeres bailando en parejas

Luego del nacimiento de la kizomba, se ha dado el surgimiento de muchos otros estilos musicales que toman mucho más en cuenta a las mujeres y le otorgan un rol mucho más activo al bailar. Esto les ha brindado una mayor confianza y seguridad en sus movimientos en la pista de baile.  

En vista de que cada día más y más mujeres se animan a tomar el mando durante el baile, es posible que tanto ella como su pareja comiencen a experimentar nuevas sensaciones y emociones que ninguno de los dos conocía, lo cual puede ser sumamente beneficioso para ambos. Además de ejercitar ciertas zonas del cerebro que conocíamos, también podemos explorar nuevas personalidades y formas de ver la vida. 

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