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Metamorfosis: de la música a la foto-periodismo, una reinvención sin límites

En el escenario salsero tenemos el privilegio de contar con la presencia y la camaradería de Félix “Guayciba” Ayala.Guayciba es uno de los más grandes fotoperiodistas que ha dado suelo boricua.

Se mudó de las notas musicales que nos abrazaban el oído para ahora capturar visuales, que nos despiertan los cinco sentidos, de momentos irrepetibles.

Agradezco y comparto de primera mano la referencia de como comienza esa idea, como se planta esa semilla de querer ser fotoperiodista, después de haber dirigido el Grupo Guayciba durante 12 años.

«A mediados de los ’80 un grupo de amigos y yo nos reunimos. Comenzamos a tocar y montamos un repertorio navideño. A la gente le gustaba, y me decían: “Oye Félix, debes hacer un grupo, ustedes suenan muy bien.”»

Félix “Guayciba” Ayala y Chucho Valdes

Animados con la acogida del público se dieron a la tarea de agruparse y de formalizar un repertorio de música navideña, que más adelante robustecieron con música popular. En 1987 todavía el grupo no tenían nombre, pero los músicos ensayaban y ya estaban tocando en un pub en Santa Rosa (Bayamón, Puerto Rico).

En 1988 se comenzaron a llamar Murciélago Sound Machine y consiguieron su primera contratación profesional, por la que cobraron $200.00. Durante uno de los ensayos, el vecino de Félix -que era propietario de un club de alquiler de películas y vídeos- le ofreció cederle el nombre de su club: Guayciba; que ya él había registrado en el Departamento de Estado.  El resto es historia.

A Félix le gustó el nombre, aunque todavía no sabía lo que significaba. Guay-ciba significa cuidar la piedra.  Resulta que nuestros indios taínos se comunicaban grabando mensajes en las piedras, que hoy conocemos como petroglifos.

Esa forma de comunicación de nuestros indígenas, los taínos, quedó grabada en las piedras que son parte de nuestro patrimonio.

Desde 1989, Guayciba dice haber perdido su apellido -Ayala- para reemplazarlo por el que se le conoce en los medios de comunicación, Guayciba.

En el escenario salsero tenemos el privilegio de contar con la presencia de Félix “Guayciba”

Ese fue el nombre de la agrupación musical del que Félix Guayciba era director, compositor y cantante.  Como principal miembro y fundador, abrazó la encomienda con compromiso y en el mismo 1989 publicaron su primera producción discográfica, titulada Nuestra música primero en LP porque todavía los CD no habían proliferado en el mercado.

Félix recuerda que la primera cantante del Grupo Guayciba fue Gisela Ortiz.  Tiempo más tarde, a Gisela le dio cáncer de tiroides y al perder su voz tuvo que ser reemplazada por Aidita Encarnación.

Guayciba recuerda que Aidita se estrenó con la agrupación durante el ‘Festival del café’ en Maricao y permaneció en el grupo hasta que se disolvió en el 2000.

En 1991 se logró la producción, Echemos pa’lante que les abrió la puerta en las emisoras radiales de la isla. En 1992 se produjo Por ti doblaré rodillas, en 1993 publicaron lo que Félix considera su obra maestra, bajo el título Borinquen, nido de amores.

Félix afirma que esa producción se convirtió en el disco clásico que los consolidó tanto en Salsoul, como en Z-93 y en Estereotempo.  Luego publicaron La revolución apoya lo nuestro. En 1999, se lanzó su última producción discográfica, Contra viento y marea.

En esa última producción de Guayciba, el maestro Luis ‘Perico’ Ortiz hizo dos arreglos: ‘Déjame Soñar’ de Perín Vázquez, que ya Tito Puente había grabado en el disco número 100 respaldando la voz de Tony Vega (Antonio Vega Ayala), quien es primo de Félix Guayciba Ayala. Los seis discos del Grupo Guayciba se grabaron en el estudio del maestro Pedro Rivera Toledo y en Contra viento y marea el maestro Rivera Toledo grabó el saxofón.

Félix “Guayciba” Ayala

En su último disco el tema ‘Por nada la cambiaré’ es de la autoría de Guayciba y se lo dedicó a la Patria, Puerto Rico.

Nunca grabaron música navideña porque la misión era defender la música nuestra, el seis, la bomba, la plena y la guaracha, entre otros ritmos autóctonos. Llegó el momento de disolver el grupo, pero tal y como afirma Guayciba: «dejamos un legado para la historia musical de nuestra nación (…) Guayciba fue, es y será uno de los mejores grupos musicales en la historia de la música típica puertorriqueña. Ya yo me retiré, pero por lo menos dejamos ese legado para la historia, dejamos una huella»

Con la llegada del milenio, terminó la etapa musical de guayciba para darle paso al arte visual, dejando claro que no se retiró del arte humanístico, sino que se reinventó, ahora destacándose dentro de las artes visuales.

En el caso de las imágenes que captura el lente fotográfico de Guayciba, son unas llenas de vida y movimiento. El que mira la foto ve como si el artista, el deportista o el objeto en la misma cobrara vida.

Guayciba reflexiona al tiempo que explica como dependiendo del ajuste que se le haga, el movimiento que se le dé, la posición y la luz; la imagen habla o calla.

Se apresura a aclarar: «Yo utilicé mi trayectoria musical para despuntar en la fotografía. Yo fotografío a los artistas como me hubiera gustado que me fotografiaran a mí.

Yo trato de que la imagen que yo capturo de un artista o de un espectáculo hable. En fotoperiodismo, la foto tiene que hablar.»

Guayciba tomó la decisión de mudarse de la música al fotoperiodismo, a raíz de una depresión profunda que enfrentó y que combatió con ayuda profesional.  Ya tomada la decisión, comenzó a formarse en la Universidad de Puerto Rico.

Nunca olvidó lo que una de las especialistas que formó parte del equipo médico que lo asistió en su recuperación le dijo:  “Tengo confianza en ti.  Si vas a ser fotoperiodista, quiero que seas el mejor fotoperiodista”.

Félix iba a clases durante tres horas, todos los miércoles. Rememora sus primeros experimentos fotográficos.  Uno de los que llega a su recuerdo es el de Ricardo Arjona, quien se presentó durante toda una temporada en el Centro de Bellas Artes. Félix salía de la clase semanal para ir al CBA donde permanecía hasta tarde.

Guayciba es uno de los más grandes fotoperiodistas que ha dado suelo boricua.

Al otro día iba a una megatienda a revelar las fotos de la noche anterior para llevárselas al profesor a que le evaluara las tomas.  El profesor le daba asesoría sobre lo que debía hacer para mejorar las fotos en mano.

Otro momento que recuerda con emoción sucedió en 2002 cuando la Fania se presentó en concierto en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón.

Ya Guayciba contaba con una cámara digital, y durante tal concierto, dice haber gastado 25 rollos de película de 36 exposiciones cada uno.

Cuenta que ese fue su primera cobertura internacional. La primera vez que fotografió un artista internacional fue cuando practicaba con Ricardo Arjona en Bellas Artes siendo todavía estudiante de fotografía.

Como resultado de esa cobertura, estableció contacto con el intérprete guatemalteco, quien quedó encantado con las fotos que Félix logró; declarando que al momento habían sido las mejores fotos que le habían tomado, añadiendo que el puertorriqueño había capturado su mejor lado.

Felix se ha mantenido en evolución contínua y ha tenido oportunidad de cubrir los conciertos de Elton John, Rolling Stones, y Paul McCartney, entre otros.  Dice: «lo único que no hago pornografía, ni bodas ni quinceañeros». Su especialidad son los espectáculos artísticos y los eventos deportivos. Guayciba es el fotógrafo de más antigüedad que ha ofrecido cobertura en el Coliseo de Puerto Rico, desde su inauguración en 2004 cuando se presentaron la Sonora Ponceña, Richie Ray & Bobby Cruz y el Apollo Sound de Roberto Roena en aquel recordado concierto, producido por Pepe Dueño.

De su trayectoria destaca un viaje a Cuba en 2009 para el que Guayciba fue el fotógrafo oficial de la delegación de Puerto Rico que fue al festival Cuba Disco, dedicado a Puerto Rico en esa edición.

De Cuba, ha logrado capturar más de 24.000 imágenes. La experiencia que más atesora de sus viajes a Cuba fue haber visitado el lugar donde descansan los restos del Che Guevara.

De todas las imágenes que ha tomado y publicado sigue aprendiendo.  «En un momento dado, durante la puesta en escena del musical Pedro Navaja de 2013, el Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa me dijo: “Tú tienes que dejarte criticar y tienes que aceptar las críticas siempre y cuando sean críticas constructivas”.

Félix añadió y todavía sostiene: «depende quién te la haga porque hay personas que te critican por joder; sí, tú sabes por la envidia»». En efecto, Félix entendía que tenía las mejores fotos de Gilberto.

Cuando fue a visitarlo para mostrarle, Santa Rosa le dijo: “Están buenas, pero estas fotos en las que estoy solo no dicen nada porque puede ser en el Centro de Bellas Artes o puede ser en algún teatro.  Este concierto es sinfónico, ¿dónde está la Orquesta Sinfónica?” Santa Rosa tenía razón. «De ese halón de orejas aprendí que tú tienes que tomar la foto del artista y los complementos tales como escenario, orquesta, etc.  Es como si uno está escribiendo un cuento.  Tiene que incluir el día, el marco histórico, los personajes asegurándote de que el espectador se pueda hacer una imagen de lo que allí sucedió de manera momentánea. Es más bien el efecto de la imagen que queda congelada en el tiempo».

Guayciba considera a Conrado Pastrano su maestro y mentor, añadiendo que «hoy en día le agradezco todo lo que he aprendido en la fotografía y lo que me falta de aprender, porque con Conrado uno aprende todos los días.

Como buen colega, Conrado toma el tiempo para explicar como corregir efectos no deseados en las imágenes. Guayciba ha desarrollado su propio estilo mirando los trabajos de los demás compañeros, sacando ideas de cada uno de los fotoperiodistas que él admira.

Guayciba está considerado uno de los mejores fotoperiodistas de Puerto Rico aunque él no se lo haya adjudicado.  Entiende que hay fotoperiodistas mejores que él.  Su lema es: «yo no soy el mejor, pero sé hacer mi trabajo y mis fotos tienen una historia que contar».

Cuando está en el parque de pelota, ha logrado hacer los ajustes de luz, de velocidad y de lente necesarios para poder apreciar las costuras y las marcas en las bolas aunque estas vayan en movimiento de traslación de hasta más de 100 millas por hora. En el caso de los artistas en concierto, Guayciba se encuentra con el reto de tratar de ajustar la imagen a su estado natural teniendo que ajustar los colores y las luces del escenario que muchas veces nos muestran un artista en escena que parece caricaturesco o de mentiras.  Salvar esos grandes retos logrando que la imagen hable, y que muestre vida y movimiento a los ojos del que la mira, le devuelven a este artista el entusiasmo por lo que hace desde hace más de dos décadas.

A sus 68 años todos los días le pide a Dios que le dé larga vida. No consume drogas. No consume ningún tipo de alcohol, ni vino ni champaña, ni sidra. Su único vicio es su tabaco y la fotografía.

Para ver el trabajo de Félix Guayciba, o para mantenerse en contacto con este importante gestor de nuestra cultura boricua, visite la revista www.guayciba.com. Si requiere escribirle a su correo electrónico, lo consigue al: guaciba@yahoo.com.  Si prefiere mirar su IG, acceda al: https://www.instagram.com/guay54/.

Para conseguirlo al teléfono marque el 787-637-8617. Desde donde esté lo atenderá con su habitual disposición.

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