Tenemos a un invitado muy especial. Se trata del artista cubano Alex Cuba, cuyo nombre real es Alexis Puentes y que se encuentra radicado en Canadá ¿Cómo se encuentra?
Me encuentro muy bien. Quisiera hacerte una pequeña corrección antes de empezar la conversación. Yo soy cubano-canadiense porque llevo 23 años en este país. Soy tan cubano como canadiense. Es muy importante para mí mencionar que soy cubano-canadiense.
Perfecto, muchas gracias por la aclaratoria. Usted canta tan en inglés como en español ¿Qué tanto ha ayudado a su carrera esta dualidad de idiomas?
La gran mayoría de mi trabajo es en español. Es muy poco lo que he hecho en inglés. Yo creo que lo que más ha ayudado a mi carrera ha sido mi diversidad y mi capacidad de entrar en cualquier género musical.
Alex Cuba, quien está radicado en Canadá desde hace muchos años
He notado que cuando canta en inglés, usted suele centrarse más en el pop o géneros que sean más populares en idioma anglosajón.
No necesariamente. También hago pop en español. El idioma no es lo que define a la música pop o no. Hay pop en cualquier idioma en el mundo. Yo hago las cosas como las siento, como vienen a mí en ese momento y como tiene sentido hacerlas.
¿Usted siente más receptividad del público hispanohablante o angloparlante?
Como ya sabes, mi lengua materna es el español, así que tiene total sentido que llegue más al mundo en español que al mundo en inglés.
Es usted el hijo de un guitarrista y maestro de música ¿Cómo cree usted que esto influyó en el camino que usted tomaría luego?
Definitivamente, de no haber sido el hijo de un guitarrista, yo no creo que fuera músico ahora. Es probable que fue médico o deportista. Tuve la suerte de que él me enseñara a tocar guitarra y definitivamente mi padre influyó muchísimo en mi camino.
Además de ser artista, ¿hubo otra profesión que ejerciera o por la que se haya interesado?
Cuando era un adolescente, me interesaron las ciencias y la medicina. En algún momento, quise ser cirujano, pero mi amor por la música regresó de manera definitoria cuando yo tenía unos 14 años de edad. Eso es lo único que he hecho desde entonces.
Alex Cuba y su esposa y manager Sarah Goodacre
¿Cómo la cultura cubana ha influenciado su música?
¿Qué le llevó a incursionar en jazz cubano y el folk?
He tenido la oportunidad de tener una formación musical muy amplia que va desde el jazz hasta el rock, el blues, el folk, la nueva trova, el guaguancó, la salsa, la timba y muchos más géneros. Para mí la música toda es igual, yo solo la divido entre música buena o mala. La vida me llevó a ser jazzista primero porque me atrajo el jazz y creo que eso no tiene ninguna explicación. Es como el amor. Ves algo o a alguien y te gusta. Ves a una persona y no sabes el porqué, cosa que a mí me pasó con el jazz. Entonces, el jazz fue un gran comienzo para mí. Cuando comienzas en la música de la forma en la que lo hice yo, creo que ves la música muy desde adentro. Además de todo el estudio y la dedicación que un jazzista necesita, debes conocer muy bien un instrumento y conocer muy bien la música a profundidad.
Yo nunca canté en Cuba porque me fui cuando apenas tenía 21 años. Fue cuando llegué a Canadá que comencé a cantar, a la gente le gustó mi voz y eso me dio mucho impulso para ser quien soy. Estamos hablando de una trayectoria de vida.
¿Piensa usted que esos 21 años que estuvo en Cuba influenciaron la música que toca hoy en día?
Yo no diría que estos 21 años influenciaron la música que toco, sino que me formaron para el futuro. Cuba me formó y Canadá me realizó. De no haber tenido la oportunidad de hacer música sin apuntarle a un público en específico como lo hacemos en Cuba o Miami, no sería quien soy ahora. Si yo no hubiese venido a Canadá, no sería la persona que soy ahora.
Luego de tener tanto tiempo fuera de su país natal, ¿qué cosas conserva de Cuba?
Aún conservo el gusto por lo tabacos cubanos. Me gustan mucho los Cohiba. Soy un gran fan de los Cohiba y me encanta fumarlos mientras bebo wiski.
¿Cree que su música y modo de vida es una mezcla de ambas naciones hasta cierto punto?
Definitivamente sí. Se trata de una semilla fundida entre mango y manzana. Un árbol que nace y crece entre dos lugares.
Alex Cuba luego de haber ganado su último Grammy
¿Cómo ha trascurrido su trabajo y actividad artística durante la pandemia?
Todo ha transcurrido de forma satisfactoria. Me he dedicado a crear, grabar, componer, lanzar sencillos y muchas cosas más.
Entonces las cosas no se detuvieron para usted
Para nada y no creo que haya sido así para muchos creadores de contenido. La creatividad no necesita de nada porque sencillamente sucede. Así ha sido mi caso y el de muchos creadores con los que he estado en contacto el año pasado porque tengo varios invitados en mi disco “Mendó”, del cual hemos acabado de lanzar un sencillo y un nuevo vídeo de la canción “Amor A La Distancia”. Ese disco fue creado durante la pandemia y todos los colaboradores con los que tuve contacto en la distancia estaban al mismo ritmo que yo. Todos estábamos tratando de hacer algo y no detenernos por la situación. Fue lindo estar en esa vibración.
¿Qué proyectos tiene pendientes para el año 2022?
Tengo pendientes giras que han sido atrasadas desde el 2020. Voy a girar y seguir lanzando música. De eso se trata. Todavía no me quiero ir a la luna en un cohete (risas).
Entonces, no ha reiniciado su actividad en los escenarios todavía.
No he querido hacerlo todavía. Incluso, me está costando trabajo volver al escenario porque se siente extraño. No creo que esté psicológicamente preparado, pero pronto pasará.
¿Qué mensaje podría darles a los futuros artistas que lleguen a leer esta entrevista?
Deben asegurarse de que el deseo y las ganas de ser artistas o expresar el arte vengan del corazón y del alma. Muy importante eso. Si así se empieza en el mundo artístico, así será para toda la vida. Si comienza en las redes sociales, llegará el punto en el que no te guste más.
Sus redes sociales y página web para que lo sigan
Mi página web es alexcuba.com y me pueden encontrar en Instagram como @Iamalexcuba. En Twitter, me pueden encontrar como @alexcuba y en Facebook como Alex Cuba.
La música y las emociones están estrechamente relacionadas de muchas formas
La música forma parte fundamental de la vida de todo ser humano sin importar, su nacionalidad, cultura, edad, historia de vida u otros detalles en particular. Esto se debe a que este conjunto de sonidos nos acompaña como especie desde tiempos inmemorables en cada una de las etapas de nuestra vida y durante cada emoción que sentimos. Cada momento tiene, sin duda, una música de fondo con la que lo podemos acompañar sin ningún problema, así que podemos decir que esta unión de melodías tiene una conexión muy profunda con lo que sentimos.
Ya nuestros antepasados sabían lo importante que sería esta herramienta para el futuro cuando comenzaron a darse cuenta de que la música y otros sonidos eran sumamente útiles al momento de comunicarse, advertir a otros sobre posibles situaciones de peligro, entre otras cosas. Al mismo tiempo, este elemento fue de gran ayuda para que los humanos pudieran ir desarrollando habilidades sociales y creando un lenguaje con el que pudieran dar a entender sus ideas.
No olvidemos que el naturalista, geólogo y biólogo Charles Darwin habló extensamente del tema en su texto El origen de las especies, en el que comenta que el ritmo y la cadencia que posee la oratoria humana tiene ciertos sonidos musicales. Ese es uno de los indicativos de un posible rol activo en el desarrollo del habla, pero la influencia de la música va más allá, sino que también parece ser capaz de alterar nuestras emociones a niveles insospechados.
La música ha sido muy importante para mejorar nuestras formas de comunicación
Cómo funciona esta conexión
Cuando se analiza el proceso evolutivo que nuestro cerebro ha seguido a lo largo del tiempo, los sonidos son una parte esencial para la creación de patrones y emociones. De hecho, son precisamente las emociones las que se encargan de lograr que los sonidos sean comprensibles para nuestra mente sin ser siquiera conscientes de esto. Esta asociación del sonido y la emoción que hacemos es la que nos permite gestionar nuestras reacciones según el contexto en el que nos encontramos en un determinado momento.
Lo anterior es lo que nos deja saber si una persona está feliz o triste con tan solo escuchar el tono con el que habla. Por lo general, solemos ligar la tristeza a un sonido bajo y grave, mientras que sucede todo lo contrario con la felicidad. Esta diferenciación que logramos hacer es la que nos hace saber cómo debemos actuar dependiendo de la situación.
Según la información ofrecida por un montón de estudios neurocientíficos, la música es perfectamente capaz de alterar nuestros estados de ánimo al activar ciertas zonas del cerebro enteramente ligadas a las emociones, lo que ha conducido a cambios en la actividad encefálica verdaderamente asombrosos.
Algo bastante revelador que decir sobre este tema es que la música activa las zonas cerebrales que se encargan de la imitación y la empatía. Al mismo tiempo estas son los lugares del cerebro donde se encuentran las neuronas espejo, que son aquellas que se activan cuando una persona realiza una acción y ve a otra hacer exactamente lo mismo. Es así como logramos sentir dolor por lo que otros sufren, alegrarnos por las cosas buenas que les pasen. Esa es la razón por la que la música es capaz de unir a muchas personas en una sola voz y hacerlas sentir lo mismo solo con escuchar un tema musical.
Cuando las palabras no son suficientes para expresar lo que queremos decir, podemos servirnos de la música para lograr tal fin, ya que nos ayuda con la descripción sensorial. Es así como conseguimos que los receptores del mensaje lo capten a la perfección.
Las neuronas espejo se encargan de la empatía y la imitación, lo que hace que tengan un rol muy importante en la relación entre la música y las emociones
Han sido muchas las agrupaciones y personalidades que, a pesar de los pocos recursos con que contaban, han hecho lo posible por promover la música latina, especialmente la salsa. El caso que queremos tocar el día de hoy es el de un website con una gran cantidad de colaboradores y muchísima fama que llegó a ser considerado como uno de los sitios de internet más importantes para la promoción de nuestra cultura en el ámbito musical. Hablamos de Salsa Power y su titánico trabajo a favor de nuestra causa.
La importante página dedicada a promoción de la salsa y fundada en el año 1999 contaba con un número aproximado de 300 corresponsales locales en más 50 países por todo el mundo, lo que dejaba ver la inmensa cantidad de personas que querían involucrarse en la promoción de la cultura latina a niveles insospechados. Sus co-fundadores,Jacira Castroy Julian Mejía fueron quienes dieron inicio a esta gran iniciativa, la cual buscaron mantener con el mayor esfuerzo posible. Sin embargo, no fue suficiente para evitar su cierre definitivo en el año 2021.
Jacira Castro, fundadora y directora de Salsa Power
Cierre de Salsa Power y qué lo motivaron
En un comunicado que aún puede leerse en su enlace oficial https://www.salsapower.com/ tanto en español como en inglés, Castro explica las lamentables razones por las que tuvieron que tomar la difícil decisión de cerrar el portal web. Al inicio del pequeño texto, la también instructora de salsa y diseñadora de páginas web explica cómo comenzó Salsa Power y qué le hizo convertirse en una de las iniciativas salseras más grandes que podían encontrarse en todo el Internet, cuyo mayor apogeo puede verse reflejado en la gran cantidad de colaboradores con los que contaban en unos 61 países.
Un detalle muy importante que la profesora de baile relata en su texto es que también trabajaba como voluntaria y que nunca recibió dinero ni publicidad de ningún tipo a cambio de hacer lo que tanto le apasionaba. Resalta que ella siempre pagó todos sus gastos de hospedaje y desarrollo sin recibir ningún tipo de colaboración.
Continúa explicando que el tiempo pasa y, luego de 22 años de la fundación de Salsa Power, fueron muchos los corresponsales que hicieron sus vidas, se mudaron de las ciudades desde las que reportaban sus actividades y se dedicaron a cosas que no tenían nada que ver con la salsa. Según se entiende, esta fue la razón principal por la que tomaron una decisión tan drástica.
Sin embargo, Castro termina su escrito con un mensaje de esperanza en el que asegura que nunca dejará de bailar, dejando ver el ya mencionado género sigue siendo su más grande pasión y nada ni nadie la hará cambiar de parecer. Finaliza diciendo que la pueden seguir encontrando en la pista de baile en Lisboa, Portugal, país en el que ahora reside de forma permanente.
Aun hoy en día, hay muchas entrevistas recogidas por varios otros medios de comunicación en línea que pueden seguirse leyendo, reseñas y artículos de opinión que reflejan el amplio conocimiento y entusiasmo que los escritores sentían por su trabajo. Hay una cantidad incontable de material que muestra el reflejo de muchos años de trabajo duro y entrega que sabemos que no serán en vano
Desde International Salsa Magazine, le enviamos ánimos y nuestros mejores deseos a todos y cada uno de los corresponsales y trabajadores que dieron lo mejor de sí para conseguir que Salsa Power se convirtiera en una referencia obligada para todo el que quisiera conocer las últimas novedades de la música latina.
Buenas tardes a todos. Tenemos aquí al locutor, DJ y productor de eventos Luis Medina. Sr. Medina, ¿cómo se encuentra el día de hoy?
Me encuentro bien y listo para conversar con usted.
Sr. Medina, usted tiene una larguísima carrera como locutor de radio, que inició en 1974. ¿Qué lo llevó a dedicar tanto tiempo a la radio?
Lo que pasó es que empecé a estudiar arquitectura en San Francisco State University el año 1971, pero en 1974 cambié mi especialidad a Comunicaciones en el Departamento de Radio y Televisión. De niño siempre me fascinaron los locutores de televisión con sus micrófonos. Mis padres me regalaron un micrófono de juguete, y siempre me imaginaba que era locutor. Cuando me admitieron para estudiar locución ya me fascinaba la salsa, porque mi prima Stella me ponía música popular cuando yo tenía 8 años y me enganché. Me encantaba toda clase de música. En la casa siempre teníamos la radio puesta y mis padres escuchaban música tropical, que era muy común en esa época.
En 1974 mi primo Eduardo me invitó a una emisora llamada KBRG para visitar a unos amigos que tenían un programa que se llamaba Venezuela Suya. En otro estudio de la emisora había un locutor que se llamaba Arturito Santiago, que era maestro de ceremonias para bailes en hoteles de San Francisco con ElGran Combo de Puerto Rico. Arturito llevaba mucho tiempo en la radio. Cuando lo vi haciendo su trabajo, me intrigó mucho. Dos meses después, mi primo me llamó para decirme que se había involucrado en una emisora de la comunidad que se llamaba KPOO San Francisco y me preguntó si lo quería ayudar con el programa. Llevé un montón de LPs e hicimos el programa desde la media noche hasta las 6 de la mañana. Fui unas cuantas veces para ayudarlo, pero no podía mantener ese ritmo porque aún estaba en la universidad.
Unos meses después, me llamó para decirme que tenía un programa desde las 3 hasta las 6 de la tarde los domingos. Me dijo que estaba conversando con otras personas que yo conocía para poder hacer el programa juntos. Me dieron un segmento de 45 minutos a una hora para hacer lo que quisiera, así que decidí empezar con una programación de salsa. También fui colocutor en varios programas, hasta que conseguí mi propio programa. En 1979, cuando tenía un programa de cuatro horas los sábados en KPOO, me llamó Al Carlos Hernández, el director de programación de KBRG, y me ofreció producir su nuevo programa de salsa. KBRG era una emisora FM potente en ese tiempo. Eso me dio la oportunidad de hacer un programa en una emisora comercial.
Locutor Luis Medina con dos maracas
Yo soy parte venezolano y parte mexicano, pero crecí en los Estados Unidos. Hasta que cumplí cinco años hablaba perfectamente el español, pero cuando comencé a ir a la escuela solo quise hablar en inglés en casa y en la escuela. A los 18 años decidí retomar mi cultura y aprender a hablar español de nuevo. Sin embargo, yo no hablaba español con una fluidez perfecta porque tuve que traducir en mi mente del inglés al español. Le expliqué a Al Carlos la situación y me dijo que no le importaba. Fue así como me convertí en el primer locutor que hizo programación de salsa en inglés en una emisora latina de habla hispana. El programa se llamada Sabor Caliente y duró alrededor de año y medio, cuando debido a diferencias filosóficas con la dirección, me despidieron. Después tuve ocasión de hacer programas especiales en la emisora KPFA, hasta que Víctor Castro, que era el locutor del programa Ahora, me invitó a ser locutor de ese programa alternado semanas con él. Fui productor de programas de salsa en KPFA desde 1983 hasta 1995.
Cómo maneja Luis Medina sus muchas actividades
¿Cómo compagina sus actividades en la radio con la producción de eventos y su oficio como DJ?
Mientras estudiaba en la Universidad de San Francisco State, me convertí en codirector de las producciones musicales de la universidad. De 1974 a 1976 presenté actos de géneros variados como rock, R&B y jazz, entre otros. También produje actos de salsa y jazz latino, incluyendo Pete y Sheila Escovedo, que formaban parte de la banda de Roger Glenn, Benny Velarde y otros artistas. Trabé amistad con Pete y Sheila antes de que Sheila se convirtiera en Sheila E y también trabajé con el hermano de Pete, Coke Escovedo, en los años 70.
Luego conocí a Roberto Hernández, quien tenía una organización que produjo las primeras ferias callejeras importantes en la Misión, junto con una coalición de organizaciones comunitarias. Me involucré en esas ferias, donde se presentó el famoso Joe Bataan. Era la época del rock latino, pero la salsa también estaba agarrando mucho empuje. En los años 70, pues, formé parte del renacimiento de la salsa que se estaba produciendo en la radio, pero también tuve la oportunidad de desempeñar un papel influyente en la comunidad de la Misión.
En 1977 me invitaron a visitar el futuro local del Centro Cultural de La Misión, que en esa época era una tienda de muebles que llevaban unos artistas, los cuales estaban organizando el Centro. Formé parte del comité musical y presentamos actos y grupos de salsa que estaban ganando renombre en esa época. Participé en las actividades del Centro hasta 1980, cuando algunos de nosotros formamos un grupo de producción llamado CMP (Cultural Music Productions). En la década de los 80 organizamos una serie de bailes, en los que yo trabajé como publicista y maestro de ceremonias. Ya había empezado mi carrera como maestro de ceremonias cuando estaba en KBRG, donde me dieron la oportunidad de presentar unos espectáculos estupendos con Celia Cruz, La Sonora Matancera, Oscar D’ León, Cal Tjader y La Orquesta Broadway. También fui maestro de ceremonias para los Carnavales brasileños durante cinco años. Con CMP presenté espectáculos con Willie Colón, Bobby Valentín, Oscar D’ León, y el campeón del boxeo Roberto Durán (que en esa época quería ser cantante de salsa).
Eventualmente dejé CMP y me contactó Roberto Hernández, quien me ofreció el puesto de director de espectáculos de su nueva organización, MECA. Acepté y comencé a ayudarle a programar eventos como el Carnaval de San Francisco, y el 24th Street Fair. Trabajé con Roberto hasta 1994 y presentamos a Santana, Los Lobos,Eddie Palmieri, Luis Henrique, Willie Colón, Yomo Toro, Mighty Sparrow, The Neville Brothers, Shaggy y muchos más. Cuando Roberto Hernández se fue de la organización, yo me quedé cuatro años más y presenté a Manny Oquendo y Libre, John Santos, Pete Escovedo y Pancho Quinto, entre otros. En 1998 la presidenta de la organización Patricia Aguayo y yo tuvimos problemas, así que dejamos de trabajar juntos.
Ser DJ para la radio y para clubs son dos cosas completamente distintas. Me tomó un poco de tiempo adaptarme a ser DJ en vivo. Los productores del club Alta Vista, que era un lugar de moda en San Francisco a comienzos de los 90, me contrataban de vez en cuando, y también cuando su mudaron al barco Alta Vista del Mar, que tenían atracado en el Muelle 3.
Productor de eventos Luis Medina posando para la cámara
Por esa época conocí a un joven venezolano muy ambicioso llamado Adrián Goddard. Comencé a trabajar con él en 1994, en el local 330 Ritch. Su talento como productor y el mío como DJ y maestro de ceremonias formó una combinación ganadora. El club tuvo mucho éxito y fui DJ allí unos nueves meses, pero se abrió una oportunidad con la emisora KPFA, y me vi obligado a dejar el club porque tenía un conflicto de horarios. Mi prioridad era ser locutor de mi propio programa. Sin embargo, ese programa no duró mucho debido a los politiqueos de la emisora. (Irónicamente, en 1997 me ofrecieron el mismo espacio, que se convertiría en el programa Con Sabor, que todavía produzco hoy en día los sábados por la noche de 9 a 11 en KPFA 94.1 FM.)
Un tiempo después, me llamaron de Kimballs Carnaval porque me querían como DJ de Latin House, un ritmo muy popular en esa época. Quise complacerlos, pero no era mi estilo y no funcionó. Acabé siendo DJ de salsa en el club Kimballs West. Esa oportunidad me abrió otras y tuve unas temporadas muy exitosas como DJ en los clubs de salsa más importantes de San Francisco en la época, el legendario Café Jelly’s hasta que cerró en 2010 y el popular Café Cocomo, hasta que cerró en 2014. Actualmente trabajo como DJ principalmente para eventos y fiestas privadas.
Algo muy importante en mi historia es que trabajé con Bill Martínez y Arturo Riera en 1997 y ambos me dieron la oportunidad de ser maestro de ceremonias para una serie de conciertos muy importante con músicos cubanos que visitaban los Estados Unidos por primera vez. Fui el primer maestro de ceremonias de un concierto de LosVan Van en San Francisco y también representé mi programa y a KPFA en un concierto que hicieron en Stern Grove en 2019. Esa fue una de las varias veces que he trabajado con este grupo. También fui maestro de ceremonias para la Orquesta Aragón, Cubanismo, NG La Banda y otros espectáculos cubanos.
Durante la pandemia, me ofrecieron un programa con una emisora de radio en línea que se llama World Salsa Radio. Empecé el programa Sabiduría con Tumbao los miércoles de 5 a 7 de la tarde. Sabiduría Con Tumbaoes diferente a Con Sabor porque es un programa conceptual enfocado en perfiles de ciertos músicos, temas musicales y movimientos dentro de la salsa y la música afrolatina. En cambio, Con Sabor ofrece una perspectiva más general de la salsa, el jazz latino y la música cubana, desde los clásicos hasta la actualidad.
Desde que empezó la pandemia, he producido los programas desde mi casa. Logré dominar la tecnología y monté mi propio estudio de producción. No me asustan la tecnología ni las cosas modernas. Sigo la corriente porque he aprendido que tengo que estar siempre a la vanguardia en el aspecto tecnológico y musical. Y si no sé cómo hacer algo, lo investigo de inmediato. Soy una persona de mente y oídos abiertos y eso me ha dado la posibilidad de apreciar todo tipo de música, especialmente cuando fui director musical de KPFA, desde 2001 a 2014. En cuanto a mis programas, me encanta la salsa de los años 70, pero no me limito a un periodo musical determinado.
Ángel Meléndezes un orgullo de Puerto Rico que se encuentra residenciado en Chicago, Estados Unidos y tiene una brillante carrera musical que no ha pasado desapercibida para grandes personalidades y disqueras ligadas a la música latina. El productor, arreglista, compositor, profesor y trombonista cursó estudios en el VanderCook Collegue of Music, lugar en el que obtuvo la mayor parte de los conocimientos que le servirían para convertirse en la figura que hoy en día es.
Su arduo trabajo le ha permitido estar nominado a la categoría de Mejor Música Tropical en los Premios Grammy y ser el ganador de Los Premios Anuales de Música Independiente del año 2005 gracias al talento que demostró en su producción discográfica Ángel Meléndez & the 911 Mambo Orchestra.
Meléndez ha tenido la gran fortuna de colaborar con varios de los más grandes de la música como fue el caso de Cheo Feliciano, Adalberto Santiago, Tito Puente, Tito Allen, Frankie Ruíz, Ismael Miranda, entre muchos otros.
Productor, arreglista, compositor, profesor y trombonista Ángel Meléndez
Sobre sus proyectos más recientes, el que más destaca es el que realizó junto a Gia Fu y Ralph Riley. Este último fue quien dirigió toda la realización de Big Band Maquina (nombre de la producción) y se encargó de organizar el trabajo de todos los artistas que prestaron su talento para llevar a cabo este ambicioso proyecto junto a Meléndez y otros productores. El disco incluye 11 temas y un bonus track, como resultado de la complicada tarea de reunir a tantos profesionales de la música en un solo proyecto en medio de la pandemia y desde tantos estudios de grabación.
Tuvimos la oportunidad de conversar con él para conocer un poco más de su trayectoria y lo que hace actualmente. Esperemos que esta grata charla sea del agrado de todo aquel que llegue a leerla.
Entrevista
Tenemos hoy al compositor, arreglista, instructor y trombonista Ángel Meléndez. Buenas tardes, Señor Meléndez, ¿cómo se encuentra el día de hoy?
Estoy muy bien gracias a Dios. Aunque estoy pasando frío aquí en Chicago, pero no es culpa tuya (risas)
Según usted comentó en una oportunidad, el sonido de Big Band siempre le ha gustado ¿Qué tan importante es la cantidad de músicos en una orquesta?
Cuando yo era niño, mi familia siempre organizaba fiestas y tocaban la música de Machito, Tito Puente, Tito Rodríguez y muchos más. Así que cuando fui a la universidad, el director de jazz band, me puso como su encargado. Cuando la tuve frente a mí, yo supe que eso era lo que quería. Me encanta. Por eso digo que entre más mejor, pero también hay grupos como el Sexteto de Joe Cuba que suenan genial solo con seis o siete integrantes.
Usted es profesor de música desde hace varias décadas ¿Piensa usted que el hecho de haber formado a otros artistas ha influido en su estilo? ¿Usted considera que ha aprendido de sus alumnos?
He tenido muchos alumnos que se han convertido en músicos profesionales y también he aprendido mucho de ellos. En la universidad yo aprendí a tocar muchos instrumentos a un nivel muy básico. Una de las cosas que yo he aprendido de mis estudiantes es que uno puede aprender bien a tocar dos, tres o cuatro instrumentos. Me encanta el piano, compré una guitarra española y estoy aprendiendo a tocar flamenco después de viejo.
Ángel Meléndez presentándose y tocando su instrumento
Entonces usted nunca deja de aprender y siempre está buscando instrumentos y ritmos nuevos para añadir a su trabajo
¡Si! Ahora mismo estoy en un proyecto con la productora de Hong Kong Gia Fu y me va a matar porque no quiere que nadie lo sepa todavía (risas). Se llama Borinchino Project e incluye canciones de China en ritmos latinos. El primer tema que estoy haciendo es un bolero cha cha chá.
¿Cómo considera usted que fue la experiencia de trabajar junto a Gia Fu, Ralph Raley y el resto del equipo de músicos con los que realizaron este trabajo discográfico? ¿Están contentos con el resultado?
¡Por supuesto! Todos quedamos encantados. Lo que pasó fue que yo hice un jingle hace unos 20 o 25 años atrás para una academia de baile que se llamaba Lisa La Boricua en swing dancing. En Alemania, fue un éxito como por 14 semanas. Gia también es DJ de salsa, estaba haciendo un trabajo en Suiza cuando escuchó ese tema que era como una descarga. Le gustó tanto que pensó en colaborar conmigo. Después de muchos meses de buscarme, me encontró. Entonces mi extimbalero ahora es el director musical de Victor Manuelle y conoce a los mejores músicos de Puerto Rico. Cuando me llamaron y me ofrecieron colaborar con ellos, solo querían hacer dos temas. Yo les respondí que si decía que sí, lo íbamos a hacer todo bien y que fuéramos a Puerto Rico. Como estábamos en tiempos de COVID-19, los mejores músicos estaban disponibles. Fuimos a Puerto Rico, hicimos dos temas y ellos quedaron encantados, así que dijeron que hiciéramos cuatro temas más. En esa segunda oportunidad, Gia vino de Hong Kong. Ella es como un pintor que sabe exactamente lo que quiere. Ya tiene en su mente la idea de cómo va a salir todo. Puede ser un poco terca, pero, al fin y al cabo, todo siempre sale como ella quería. Si ella se imagina un tema con Tito Allen cantando y lo consiguió.
Algo que nos llamó la atención en International Salsa Magazine es la forma en la que ustedes realizaron este proyecto. Sabemos que ustedes fueron concibiendo todo desde distintos países y estudios gracias a las nuevas tecnologías ¿Cómo fue el proceso de haber grabado desde varios lugares tan separados? ¿Cómo se sienten ustedes con lo que lograron?
La mayoría de las grabaciones se realizaron en el estudio de Rolo Studios en Puerto Rico. La vocal de los dos temas que grabó Herman Olivera fue creada en el estudio de Nino Segarra, pero las vocales de Tito Allen las hicimos en Nueva York porque él no quería viajar a Puerto Rico. Fue por eso que Ralph, Gia y yo fuimos a Nueva York para grabarlas allá, pero la base, la percusión, los metales, los coros los hicimos en Rolo Studios.
Portada del disco Big Band Máquina
Además de que la pandemia dificultaba todo, sobre todo los viajes ¿Cómo considera usted que la pandemia ha afectado su trabajo? ¿Siente que las cosas están volviendo a su cauce? ¿Su trabajo ha vuelto a la normalidad?
Se nos ha hecho imposible regresar a trabajar. Yo tenía unas tres o cuatro contrataciones, pero todo se me canceló cuando subió el Covid. Como ya te había dicho, en parte fue una bendición porque nadie estaba trabajando. Luis Marín (el pianista de Gilberto Santa Rosa), el bajista Pedro Pérez (ha trabajado en más de 500 producciones), El conguero Sammy García (director musical de Charlie Aponte), Pocorelli (director musical de Víctor Manuelle como había dicho), Sammy Vélez (director musical del Canario), Richie Bastar (el congocero del Gran Combo) estaban disponibles para trabajar con nosotros y eso fue una bendición.
Exacto. Toda esta situación le ha dado a usted la oportunidad de hacer otras actividades ya que tenían tiempo para eso como escribir música, hacer nuevos arreglos y muchas otras cosas.
Es así. Yo le daba una asignación a mis estudiantes y la mayoría de ellos no prestaban atención de cualquier manera. Yo les daba 10 o 15 minutos para que practicaran mientras me sentaba en el piano a esperar a que me dijeron algo. Durante ese rato, yo me dedicaba a escribir. Como dicen por ahí, todo pasa por alguna razón.
¿Qué nuevos proyectos tiene para el 2022?
Está Borinchino, que es el proyecto que estoy haciendo con Gia y Ralph quiere repetir lo que ya hicimos en estilo mambo. Ahora mismo estoy escribiendo dos producciones nuevas con canciones inéditas. En el caso de Borinchino, el disco incluirá varias canciones de China con géneros latinos como salsa, bolero, merengue, cha cha chá, entre otros. En el caso del proyecto con Ralph, será casi lo mismo que hicimos con el anterior disco.
Productora de Hong Kong Gia Fu
Entonces esa asociación con Ralph y Gia seguirá por un tiempo indeterminado
Claro que sí. Ellos están encantados conmigo y yo con ellos. Son mi familia de Hong Kong. Las dos personas que más quiero en Hong Kong. Las únicas personas que conozco allá, pero igual los quiero.
¿Qué recomendación puede usted hacerles a jóvenes que quieran dedicarse a lo mismo en el futuro?
Yo les aconsejaría que conozcan su cultura. Nuestra música es increíble y está a un nivel bien alto. Nosotros nos criamos con canciones de niños como Cheki Morena, por lo que un ritmo complicado se nos hace muy fácil. En cambio, los estadounidenses se crían escuchando la A, B, C song. Cuando los niños que se crían en nuestros países latinos empiezan a aprender música, se les hace mucho más fácil tocar cosas con ritmos complicados. Lo que me gustaría decirles a quienes lean esta entrevista es que aprendan su cultura y su música.
Ernesto Tito García es un director de orquesta y timbalero nicaragüence que ha formado parte de una gran cantidad de agrupaciones musicales que se paseaban de la salsa romántica al mambo y muchos otros géneros latinos.
Este talentosísimo artista está tocando profesionalmente desde el año 1971. Unos años más tarde, formó su primera orquesta llamada Ritmo 74, la cual se encargó de abrir los shows de los más grandes de la música latina de aquel entonces. Tanto Ernesto como sus compañeros destacaban mucho por sus edades y los estilos musicales que usaban en su momento.
Experimentó con el Latin rock durante su juventud hasta que escuchó la salsa por primera vez y quiso dedicarse de lleno a ese género musical. Luego de haber pasado un largo tiempo tocando música romántica, se decidió a experimentar con la salsa dura y añadió su propio estilo a los ritmos tocados por La Orquesta Internacional.
Talentoso nicaragüence Ernesto Tito García
Nuestra conversación
Estamos muy felices de tenerlo en Internacional Salsa Magazine el día de hoy para que nos hable un poco de su vida y su carrera musical.
Mi padre me metió en clases de música. No es que me gustaban mucho, pero me mantenían ocupado y me interesaban. Con esas clases que yo tomaba una vez a la semana, mi oído se abrió y aprendí a leer música, cosa que es muy rara en un timbalero. En 1969, yo tenía 13 años y mi papá estaba pagando por las clases semanales para el acordeón y cuando salió Santana en el octavo grado, yo escuché mi primer timbal y supe que ese iba a ser mi instrumento. Ahí fue donde le dije a mi papá que no gastara dinero porque yo quería tocar timbales. Él era un buen hombre que murió en mis brazos del mismo cáncer que yo padezco actualmente.
En la calle de Broadway, San Francisco fue donde comencé a aprender a tocar timbal. Mi papá me ayudó a comprar mi primer timbal y encontré un conjunto que tocaba Latin rock igual que Santana, en el que me dieron la oportunidad de desarrollar mi técnica. Cuando yo estaba en San Francisco, no escuchaba casi salsa porque esta estaba más presente en la ciudad de Nueva York, pero mi papá compró unos discos recomendados por un amigo que contenían lo último de la salsa. Esa fue la primera vez que escuché salsa y ya yo me encontraba tocando Latin rock con el grupo que ya te comenté. Cuando escuché esa música, encontré a una muchacha que estaba interesada en comprar un piano eléctrico que pertenecía al hermano de mi novia que tenía 15 años en aquel entonces. A partir de allí, formamos nuestra primera orquesta en 1974, a la cual llamamos Ritmo 74. Cuando llegaba música de afuera como Eddie Palmieri, Tito Puente, también llagaba la gente mayor de 40 años, ya que a la gente joven no le gustaba porque la música era muy regimentada y tenía muchas pitoretas (instrumento musical de viento también conocido como clarín).
Ernesto Tito García en la playa
En la época en la que salió Willie Colón es cuando la orquesta empieza a ganar fama porque éramos los jóvenes de la salsa. Yo tenía 16 o 17 años, mientras que el miembro de mayor edad tenía unos 26 o 27 años. Nosotros teníamos unos agentes y ellos nos daban la oportunidad de abrir los shows de los más grandes de Nueva York como Eddie Palmieri y Willie Colón. En ese entonces, nosotros éramos la única orquesta de nuestra generación que tocaba de esa manera. Fuimos creciendo, pero la cosa es que a mí me gustaba la educación y por alguna razón me di cuenta de que sacaba buenas calificaciones.
Tan pronto comenzamos a crecer en fama aquí en el Área de la Bahía, tenía que dedicarles mucho tiempo a los ensayos, el aprendizaje de nuevas canciones, entre otras cosas. Es por eso que mis notas empezaron a bajar y estaba a punto de graduarme de high school. Los últimos dos años eran los más importantes de la escuela, así que me di cuenta que no iba a poder hacer las dos cosas al mismo tiempo. Entonces decidí dejar la música y yo sabía que la única forma en la que lo podía hacer era vendiendo mis timbales, así que fui a una tienda y me dieron 60 dólares a cambio de ellos.
Subí mis notas, fui aceptado en la Universidad de San Francisco State y el primer año fue increíble, pero conocí otros estudiantes latinos que también tocaban música. Ellos comenzaron a alquilar un cuarto allí mismo en el campus para ensayar, así que no tenía que ir a otro lado. Fue ahí donde fundamos la orquesta Salsa Caliente y tan pronto como nos dimos a conocer a la gente le gustó. Unos dos o tres años después, mis notas empezaron a bajar otra vez, así que volví a dejar la música. Me gradué del State Collegue y fui aceptado en la escuela de optometría en 1985 o 1986. Gracias a ese diploma comencé a trabajar con un doctor salvadoreño muy preparado. Era cirujano y oftalmólogo. Cuando formé mi propia orquesta, yo tenía dos reglas muy sencillas para todos los integrantes. La primera era que cuando tocáramos no podíamos consumir ningún tipo de drogas o alcohol, mientras que la segunda era que teníamos que usar siempre saco y corbata, cosa que ninguna orquesta de jóvenes hacía.
Tito García y Mike Ríos, quien diseñó las caratulas de los discos de Santana
¿Pìensa usted que el mambo el estilo de mambo que su orquesta toca es lo que la hace única o hay otros elementos que destacar?
Primero que todo, cuando formé la orquesta, la salsa romántica estaba de moda al igual que sus exponentes como Eddie Santiago, Tony Vega y muchos más. El problema es que la música era aburrida porque los arreglos eran muy sencillos. En 1996 o 1997 fue cuando escuché a Tito Puente con su orquesta tocando mambo y eso fue lo que me dio la idea de hacer lo mismo con cuatro o cinco pitoretas. Ahí es cuando perdí varios músicos y cantantes porque ellos querían cantar salsa romántica, pero yo ya estaba cansado de eso.
Entonces, empezamos a tocar lo que yo llamé la salsa dura, la cual tenía arreglos de mambo y cantantes que sabían cómo interpretarla. Esa combinación nos llevó a un nuevo nivel. Los que querían cantar salsa romántica formaron su propia orquesta. Julio Bravo era uno de mis artistas favoritos y yo le ayudé con algunos músicos. También estaba mi comadre Denis Corrales, quien formó su orquesta de mujeres. La orquesta lucía muy bien con todas las muchachas, pero no era lo que los bailadores estaban buscando. También está el caso del venezolano Eduardo Herrera cuya voz era increíble y él también se crio con la música salsera, pero no sabía cómo cantar la salsa dura.
Tito Puente y Tito García
¿Usted cree que tener músicos provenientes de tantos países diferentes tiene que ver con el producto final que presentan al público?
Esto no tenía mucha influencia en la música. En ese entonces, nuestra orquesta se llamaba Salsa Dulce. Cuando mi agente se retiró, yo me quedé encargado de la orquesta. Quería que la orquesta tuviese mi nombre en su título, pero no lo quería tan obvio como, por ejemplo, Los Titanes de La Salsa con Tito García o El Gran Combo Con Rafael Ithier. En cuanto a las nacionalidades, el cantante era venezolano, el bajista era francés, el pianista era peruano, el conguero era puertorriqueño, el saxofonista era irlandés y el trombonista era estadounidense al igual que el trompetista. Fue por eso que mi agente me sugirió llamarla Tito García Y Su Orquesta La Internacional. Me gustó tanto como sonó que le coloqué ese nombre a la agrupación.
¿Qué proyectos tiene a futuro?
Te puedo mencionar un disco dedicado a Tito Puente y lo voy a grabar entre San Francisco y Nicaragua. El problema es que su familia tiene los derechos de toda su música y no sé si me darán el permiso para hacerlo. Espero que no vayan a cobrarme mucho por esos derechos. Claro que vamos a generar dinero con el proyecto, pero los costos son mucho más cómodos y negociables en Nicaragua. Esa es una de las razones por las que quiero hacerlo allá.