Perú sigue dando de qué hablar gracias a todo el talento salsero que ha salido de ese país en los últimos años y hoy tuvimos la oportunidad de hablar con uno de ellos, que es el productor, compositor y cantante Julio Vilchez.
Luego de comunicarnos vía email y WhatsApp con Vilchez para agendar una entrevista, hemos logrado tener una muy grata conversación en la que conocemos un poco más sobre los inicios del artista en este fascinante mundo que es la música.
Infancia y raíces musicales en la familia Vilchez
No es extraño el camino que Vilchez tomó en la vida teniendo en cuenta que su padre, Juan José Vilchez Sanchez, fue un talentoso actor, comediante y bailarín profesional que llevaba la música en la sangre y regentaba algunos de los locales salseros más famosos de la ciudad de Lima, los cuales sirvieron de escenario para presentar a importantes agrupaciones y cantantes nacionales e internacionales de todo tipo de géneros.
Luego de referirse con admiración hacia su progenitor por todo lo que logró en vida gracias a la música, aseguró que definitivamente la música corría por las venas de su familia y siempre había sido una parte muy importante de su infancia y juventud.
Viendo todo esto, no pasaron muchos años para que Vilchez comenzara a interesarse por instrumentos musicales como las maracas, la campana de bongó y el güiro, lo que lo llevó a tener participaciones en grupos como Raíces, La Fragua y Soy Calidad.
Salsa y otros géneros
La gran mayoría de los artistas peruanos que hemos tenido el honor de entrevistar típicamente han incursionado en la música criolla peruana antes de involucrarse en la salsa, pero no fue el caso de Vilchez. De hecho, nos señaló que su país tuvo una gran influencia de Cuba musicalmente hablando y hubo una época en la que agrupaciones originarias de la isla visitaban Perú como lo eran La Sonora Matancera y Los Compadres. Perú también recibió influencia de Colombia, Venezuela Y Puerto Rico, aunque en mucha menor medida.
El artista también recuerda que, en casa, siempre solían escuchar cantantes y orquestas venezolanas como La Dimensión Latina, Oscar D’ León, Luisito Quintero, Nati Y Su Orquesta, entre otros más. En el caso de Puerto Rico, desde luego que Vilchez y su familia solían escuchar a La Fania All Stars.
Inicios formales de Julio Vilchez en la música
En el barrio en el que Vilchez vivía con su familia, el cantante hizo amistad con otros muchachos de la localidad y se reunía con ellos para cantar de forma completamente amateur. Adicional a eso, le gustaba participar en los concursos de talento de su escuela, en los que deleitaba a los presentes interpretando temas de Oscar D’ León, Rubén Blades y Willie Colón.
Una vez cumplidos los 17 años, comenzó a trabajar junto a su padre en el negocio de regentar locales, cosa que le dio la oportunidad de convivir con los integrantes de la orquesta La Progresiva del Callao, quienes se presentaban los martes, miércoles y jueves en uno de estos lugares.
En vista de que a Vilchez le gustaba mucho bailar y la orquesta se centraba mucho en sus coreografías, el joven se identificaba mucho con el grupo y comenzó a aprenderse los pasos que los cantantes hacían en tarima. Un día, los muchachos lo ven bailar y lo invitan a cantar con ellos en una de sus presentaciones, en la cual bailó muy bien, pero no cantó de la mejor manera. Por lo mismo, le dan la oportunidad de quedarse fijo en la orquesta, pero solo como bailarín por el momento.
Con el tiempo, fue agarrando experiencia en la tarima y perdiendo el miedo escénico hasta que logró seguirle el paso al resto de sus compañeros de orquesta con el paso de los días.
Época de Vilchez en Venezuela
Vilchez llegó a hacerse amigo de un grupo de músicos venezolanos que acompañaron a Oscar D’ León en uno de sus conciertos y lo invitaron a viajar con ellos a Venezuela porque querían que él fuera parte del sexteto que iban a crear, el cual estaba destinado a presentarse en una taberna en Caracas.
En vista de que las cosas marchaban bien en Venezuela en ese entonces, Vílchez decidió aceptar la invitación e inmigrar al país suramericano a probar suerte. Una vez allí, pasaba mucho tiempo solo porque los muchachos del sexteto viajaban mucho, cosa que aprovechó para conocer otras agrupaciones, siendo una de ellas La Selecta de Cúa. Un día, Vilchez iba caminado por la calle y escucho a esta orquesta ensayar, pero no tenía cantante. Es entonces cuando Vilchez se propone a sí mismo, fue admitido y trabajó unos dos años con esa orquesta.
Aunque le fue bien en Venezuela, terminó regresando a su país natal debido a que extrañaba su patria y su padre no se acostumbraba a tenerlo lejos, por lo que hizo maletas y decidió regresar.
Vida en Estados Unidos
Uno de los temas que lanzó en el año 1995 le llevó a hacer un videoclip, el cual empezó a hacerse muy popular en canales y programas musicales, dándole el reconocimiento que Vilchez llevaba buscando por tanto tiempo.
En vista de que todavía no le iba como esperaba como solista, volvió a unirse a la Orquesta La Novel para continuar trabajando en su carrera por los siguientes dos años. Aunque su nombre no era tan conocido como Vilchez necesitaba, su tema seguía sonando fuerte a nivel internacional por bastante tiempo, lo que le llevó a recibir una propuesta para hacer ocho presentaciones junto a su orquesta en Estados Unidos en el año 2000.
Cuando Vilchez y el resto de los músicos viajan a Miami, unos nueve miembros de la orquesta reciben propuestas para quedarse en el país y decidieron aceptar. Es ahí donde el artista se arma de valor y se dice a sí mismo ‘’yo también me quedo’’. De eso ya hace 24 años.
En ese punto, el peruano tuvo que buscar otros músicos que reemplazaran a los demás para poder culminar con la gira de presentaciones que tenían pautada. Es entonces cuando entra en contacto con José Alberto ‘‘El Canario’’ a través de un colega peruano suyo para usar su banda en lo que le quedaba de gira y así lo hizo. Vilchez realizó unas dos o tres presentaciones con esta banda y se quedó en Miami del 2001 al 2004.
Ante la falta de propuestas musicales, pasó unos años en Nueva York, pero volvió a Miami tiempo después para trabajar tanto con la música como con el sector empresarial ligado a la gastronomía, ya que vivir únicamente de la música es complicado. Adicional a eso, sus hijos viven en Miami y quería pasar más tiempo con ellos, así que esta también fue una poderosa razón para volver.
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