Una vez más, el talento venezolano en Estados Unidos es motivo de inspiración para el tema de estas líneas y le ha tocado al músico, ingeniero de sonido y DJ venezolano Eduardo Ron. El artista muy amablemente se ha tomado unos minutos de su tiempo para responder a nuestras preguntas sobre su trayectoria y agrupación, así que aquí traemos los tópicos más importantes de nuestra conversación.

Cómo se inicia Eduardo en la música en su país natal
Desde que Eduardo era apenas un niño de cinco años demostraba tener un oido muy capaz en su casa y ya le gustaba mucho la música, por lo que sus padres decidieron inscribirlo en clases de piano, aunque confiesa que el instrumento no era lo suyo. Ya en el colegio, empezó a formar parte de bandas con las que fue poco a poco encontrando su estilo y géneros preferidos.
Con esos grupos, incluso llegó a competir en concursos de bandas escolares en Caracas, los cuales son muy comunes en la ciudad. Con el tiempo, el único de sus allegados que terminó dedicándose formalmente a la música fue él, al punto que se convirtió en un ‘’hombre orquesta’’ que se encargaba de prácticamente todo en su propio proyecto musical.
Fue hasta hace unos 20 años que comenzó a incluir cantantes, percusionistas y otros músicos para que formaran parte de su grupo. Es ahí cuando le cambió el nombre y empezó a llamarse ‘’Fondo Blanco’’ tomando como inspiración el apellido de Eduardo, que es Ron.
Qué cosas aprendió Eduardo además del piano
Desde muy joven, a Eduardo siempre le gusto tener contacto con la parte del audio y los equipos, lo que le llevó a estudiar ingeniería de sonido en el Taller de Arte Sonoro. Adicional a eso, aunque le encanta la percusión y la domina hasta cierto punto, fue tecladista y cantante durante muchos años. Ya no hace ninguna de las dos cosas por el momento, ya que se dedicó enteramente a la producción musical, la mezcla y la masterización.

Cuando Eduardo decide mudarse a Estados Unidos
Hace unos 14 o 15 años atrás, Eduardo decidió mudarse a la ciudad de Miami debido a la situación política y económica que ya se vivía en Venezuela para aquel entonces. Por lo mismo, no le quedó de otra que empezar con el proyecto de cero en estas nuevas tierras y volver a tocar, cosa que tenía años sin hacer, pero la necesidad lo ameritaba.
El artista describe al mercado musical mayamero como complicado, ya que la competencia es enorme Una ventaja enorme que tenía era que estudió inglés desde muy pequeño, por lo que la cuestión del idioma no fue un problema para él, pero no por eso los demás inconvenientes se suavizaron.
Una de las primeras sorpresas que Eduardo se llevó es que, en Miami, no ha hecho más de 50 eventos al año, mientras que en Venezuela tenía hasta 140 en un año. Esto se debe a que el mercado es gigantesco y es difícil hacerse con un nombre importante en el mismo, sin contar que ya las orquestas en vivo no tienen tantas contrataciones como antes debido a reducciones de costos.
Dos años después, ya tenía nuevos artistas trabajando con él y su situación se había estabilizado satisfactoriamente, aunque el proceso no fuera nada fácil. Es más, aún hoy en día, no puede exigirles exclusividad a quienes trabajen con él debido a que no tiene el músculo económico para eso, por lo que tiene una larga lista de músicos a los que llama para determinados eventos. Uno de los primeros a los que siempre llama es Army Zerpa, a quien describió como uno de los mejores bajistas y arreglistas que conoce, por lo que se ha convertido en una persona clave para su proyecto.
Artistas con los que Fondo Blanco ha compartido tarima
Fondo Blanco ha tenido la fortuna de compartir escenario con grandes artistas como Oscar D’ León, Ricky Martin, Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony, entre otros más. Desde luego, el contacto con estas luminarias le enseñaron muchas cosas a Eduardo, quien asegura que uno de los mejores shows que ofreció fue durante un concierto de Santa Rosa en el que habían mas de 12000 personas. Asegura que ese es uno de esos días que nunca olvidará.

Sin embargo, así como ha tenido experiencias muy positivas como la anterior, obvio que no todo es color de rosa. El venezolano nos contó que uno de esos días no tan buenos fue durante un concierto de Ricky Martin a quien tenía que abrirle el show ese día. Resulta que sus equipos se dañaron dos horas antes de su turno y tuvo que intentar arreglarlos delante de la multitud de 30000 personas que fueron a ver al astro boricua, pero no funcionó nada de lo que hizo y el público lo empezó a pitar.
Ese mismo día, el tecladista de Ricky Martín le pidió prestado su teclado porque el suyo se dañó y, al devolverlo, estaba completamente desconfigurado y todo lo que Eduardo tenía allí había sido borrado.
Hoy en día, aunque esto lo recuerda con humor, fue tan desagradable la experiencia que lo llevó a no aceptar otras propuestas que llegaron luego debido al miedo de que pudiera pasarle lo mismo. Sin embargo, superados estos temores, siguió tocando junto a su agrupación y ha logrado adaptarse a lo que el mercado de Miami requiere tanto a nivel local como internacional, lo que demuestra que los objetivos y metas no deben dejarse de lado por muy difíciles que se tornen las circunstancias y Eduardo Ron es un gran ejemplo de eso.

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