Joshua Levine, artísticamente conocido como Josh Levine, es uno de esos tantos ejemplos de estadounidenses que, sin tener ningún tipo de raíz latina, caen rendidos a los encantos de nuestra hermosa música y no dudan en hacer de ella su modo de vida. Es por ello que quisimos hablar con Josh, oriundo de la ciudad de Nueva York, para que nos hablara un poco más de su arrera y qué lo llevó a dónde está hoy en día.

Inicios de Josh en la música
El primer instrumento que llamó la atención de Josh en su niñez fue el piano, ya que su niñero era profesor de piano y le ofreció algunas clases para saciar su curiosidad. Lo interesante es que su enseñanza estaba más enfocada al oido que a la lectura de la música como tal, demostrando que hay músicos perfectamente capaces de tocar sin necesidad de una partitura.
Sin embargo, como cualquier niño, empezó a tener otros intereses como el patinaje, al cual le dedicaba gran parte de su tiempo en aquel entonces. Unos 10 u 11 años más tarde, su padre, que era un gran aficionado del jazz, solía escuchar este género en casa con muchísima frecuencia, al punto que el joven volvió a sentir ese cosquilleo por aquello que había practicado hacía tantos años y empezó a escuchar más detenidamente a los artistas de los que su progenitor escuchaba.
Viendo este naciente gusto en su hijo por el jazz, el padre de Josh decidió llevarlo a un concierto donde se presentaban el trio de piano de Cedar Walton con Ron Carter en el bajo y Billy Higgins en la batería. Su performance le impresionó tanto que ese mismo día decidió estudiar bajo, ya que en su momento le parecía el instrumento más comprensible y fácil de aprender por sus pocas notas a la vez.
Se volvió tan bueno que hasta llegó a formar parte de la banda musical de su escuela en secundaria, grupo de la que salieron grandes artistas como Carlos Henrriquez, una gran luminaria de la música que ha trabajado con Celiz Cruz, Eddie Palmieri y Rubén Blades y es el actual bajista de la orquesta Jazz At Lincoln Center.
Interés por la música latina
Por esos mismos años, Josh aprendió también español y aclara que no tienen ningún tipo de ascendencia latina, por lo que no fue este el motivo de su interés por esta música. Sin embargo, sí se crió en un barrio en Manhattan donde vivían muchísimos latinos, especialmente caribeños provenientes de Puerto Rico, República Dominicana y Cuba.
A la par, también estaba estudiando biología en la universidad y un poco de jazz y música clásica. Al graduarse, por pura casualidad, conoció a un joven músico venezolano de nombre Roberto Fuentes, quien era el director de Alpargata Cantorum (grupo de comedia musical y teatro muy famoso en Venezuela en los 70s), que quería formar una banda con él y otros músicos más. Fuentes le mostró a Josh mucha música folklorica venezolana, le enseñó a tocar cuatro y le hizo escuchar varios de temas propios de música venezolana como ‘‘Barlovento’’, ‘‘El Alma Llanera’’, ‘‘La Vaca Mariposa’’, ‘‘Pajarillo Verde’’ y muchos más.
En cuanto a la salsa clásica, le hizo escuchar a Ismael Rivera, Rubén Blades, Willie Colón y muchos otros.
Otros grupos en los que Josh estuvo
Haber estado en el grupo con Fuentes le dio lo necesario para hacer contacto con muchas otras agrupaciones, incluyendo la de José Luis Martínez, quien era muy amigo de Juan Carlos Formell padre. Gracias a Matínez aprendió una enormidad sobre la música cubana, la forma en la que se toca el son cubano con el bajo, la pronunciación de las palabras en dialecto cubano, entre otras cosas.
Su gran oportunidad llega cuando conoce a Jainardo Batista, de quien era muy fanático de cuando estaba en su grupo Nu Guajiro (o Nu D’lux, como terminaría llamándose). Resulta que Josh iba todos los domingos a oirlos tocar al club en el que estaban en ese entonces y, luego de 10 años de seguir su música, finalmente lo invitaron a tocar junto a ellos.
Luego de un tiempo, el grupo se desintegro, pero Josh y Jainardo no perdieron el contacto. Y no solo eso, sino que siguieron tocando juntos y tuvieron la idea de forma algo nuevo juntos.
Percusionista Jainardo Batista, flautista Jeremy Bosch, pianista Gabriel Chakarji y bajista Josh Levine
Cuarteto Guataca
El Cuarteto Guataca surge cuando Josh y Jainardo deciden formar una nueva agrupación luego de la separación de Nu D’lux y cuentan con la participación del arreglista, compositor y tresero dominicano Román Lajara y el productor, compositor y flautista puertorriqueño Jeremy Bosch. A ambos los describe como unos prodigios musicales, al punto que nos cuenta que Lajara fue el representante del tres cubano como instrumento en el Día Nacional de Jazz en el 2024 en Marruecos.
Josh, Jainardo, Román y Jeremy eran los integrantes del cuarteto original, pero no tocaban para ganarse la vida porque no les daba para eso, pero si como una suerte de empleo de medio tiempo. Por lo mismo, los cuatro también trabajaban en otros proyectos al mismo tiempo, como es lo normal en Nueva York hoy en día.
En la pandemia del COVID-19, empezaron a tocar en parques de la ciudad para ganar algunas propinas durante el encierro de la cuarentena, lo que ironicamente conllevó a que su público creciera enormemente y muchos lugares empezaron a contratarlos para tocar en sus espacios abiertos. En un momento en el que los músicos no tenían practicamente trabajo, ellos tenían eventos al menos seis de los siete días de la semana.
Esto llevó a que estuvieran listos para meterse en un estudio por primera vez y grabar su primer albúm, el cual fue lanzado al mercado en el año 2022 y está disponible en todas las plataformas digitales para el disfrute de todos. Cabe resaltar que Román no estaba tocando tan seguido con el Cuarteto Guataca en ese momento, por lo que fue reemplazo por el productor, compositor y pianista venezolano Gabriel Chakarji hasta su reincorporación tiempo después.
Read also: El fundador de De Tierra Caliente Bronson Tennis habla de su carrera y banda