Isadora Duncan nació en San Francisco en 1877. Su padre Joseph, poco después abandonó la familia. Dejada en una pobreza extrema, su madre Mary Isadora Gray, tuvo que trabajar duro para mantener a los cuatro hijos.

No obstante, siempre les decía; «Podemos prescindir del pan, pero nunca del Arte», y siempre alentó las vocaciones artísticas de sus hijos.
Su madre la introduce desde muy pequeña en las obras de Beethoven, Schubert, Schumann, Mozart y Chopin y a las lecturas de Shakespeare, Shelley, Keats y Whitman; también le enseña sobre cultura clásica griega, paganismo y feminismo.
El clan familiar vivía como una pequeña compañía artística; Mary impartía clases de piano, e Isadora enseñaba baile, mientras su madre interpretaba Mendelssohn al piano.
Luego su hermana Elizabeth recitaba algunos poemas de Teócrito y cerraba su hermano Raymond con una pequeña charla sobre los griegos o sobre la danza y sus efectos en la sociedad del futuro.
Aunque se presentó en varias audiciones como bailarina en diferentes teatros, no tuvo éxito.
Isadora percibía el Baile de manera muy diferente.
Ella creía en la improvisación, con el movimiento como olas de un mar que reflejaban la misma Alma, un concepto casi místico y espiritual, alejado de la técnica formal del Ballet Clásico.
Como cuenta en su autobiografía:
«Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas y también la naturaleza; las nubes arrastradas por el viento, los árboles que se estremecen, los pájaros que vuelan, las hojas que dan vueltas.»

Su padre Joseph, poco después abandonó la familia.
Esa naturaleza viva, es la que intentaba expresar danzando.
Poco después, tras el incendio de su casa, la familia volvió a quedar en la ruina.
Obtuvo un pequeño papel en una pantomima en Nueva York: Madame Pygmalion.
Tuvo que pedir dinero para el billete de tren y durante más de un mes ensayó sin cobrar. En el descanso de mediodía Isadora no tenía dinero para comer y se escondía en las instalaciones para dormir y seguir ensayando después.
Finalmente, a esa ciudad se mudó su familia, donde en 1896, Isadora se incorporó a la compañía del dramaturgo John Augustine Daly, tomando lecciones de ballet con Marie Bonfanti. Por su rechazo a un academicismo que ella consideraba limitante y poco natural, en 1898 consigue viajar a Europa.
Llega a Inglaterra, donde siempre autodidacta, estudia Artes en el British Museum, donde encuentra la gran inspiración para sus danzas que evocan los movimientos y las vestimentas griegas antiguas. Observa los movimientos de las danzarinas en las vasijas griegas, y de allí adopta una de sus posturas características: la de echar la cabeza hacia atrás como las vacantes.
Parte a Francia, donde conoce a Löis Fuller, que compartía sus ideas. Löis era como ella una bailarina alternativa, y sus números de danza tenían algo de espectáculo circense y teatro de variedades.
Juntas inician una una gira por Múnich y Viena, y crearon nuevas performances; “Dance Serpentine”, “Dance of Fire”, y “The Divine Shoe”, de un concepto absolutamente moderno Isadora finalmente en Budapest, firmó el primer contrato para bailar sola en un gran escenario.

Y lo hizo con un gran éxito, consagrándose en todos los escenarios europeos.
Luego de uno de sus espectáculos, fue a saludarla un gran admirador, nada menos que Konstantín Stanislavski, el creador del célebre método de actuación y uno de los fundadores del Teatro Ruso.
Ante la pregunta de éste sobre quien le había enseñado a bailar, Isadora respondió Terspsícore. No obstante, la suya seguía siendo una danza transgresora. Ella quería liberar a las bailarinas de los ballets en puntillas, los tutús y las figuras encorsetadas, para dar una expresión al alma mediante el Arte.
El «vestuario» de sus coreografías eran amplias túnicas transparentes, y los pies descalzos para tener un contacto directo con la tierra. Gran admiradora de la cultura helénica, en Grecia inició la construcción de una escuela de Danza, en la colina de Kopanos. Le siguieron otras en Alemania y París.
En ellas se aceptaban muchas veces a niñas provenientes de hogares muy humildes, a las que no se les cobraba
Con el tiempo los gastos eran casi insostenibles, pero Paris Singer, heredero del imperio de máquinas de coser, apareció ofreciendo ayuda económica para que puedan continuar.
Inició giras por Europa, Rusia, donde fue invitada por Lenin, y América, pese a lo que más amaba era la Enseñanza.
Decía; «Primero, enseñamos a los niños a respirar, vibrar, sentir y volverse uno con la armonía general y el movimiento de la naturaleza. Primero, vamos para crear un hermoso Ser Humano, un niño bailarín!»
Luego de dos rupturas matrimoniales, en 1913 en un trágico accidente perdieron la vida ahogados en el Sena, sus hijos, Deirdre y Patrick.
Al año siguiente un tercer hijo falleció poco después de nacer.
A partir de entonces, en todas sus coreografías, aparecerá un largo pañuelo rojo sobre su túnica blanca, como una herida permanente sin cerrar. En 1917, adoptó a 6 de sus estudiantes, Los Duncan.

Si bien Isadora tuvo muchos idilios, sus relaciones más estables fueron con Oscar Beregi, Gordon Craig, Paris Singer y Sergei Esenin.
Pero para mantener su Libertad nunca quiso casarse.
En la cima de su fama, el 14 de Septiembre de 1927, cuando iba a dar un concierto en Niza, desde su auto saludo al público; “¡Adiós amigos! ¡Me voy a la gloria!».
Poco después, el mismo pañuelo rojo que nunca la abandonada, se enredó en la rueda trasera y provocó su muerte.
Comenzaba su Leyenda. Ana e Irma, dos de sus hijas adoptivas, continuaron difundiendo la técnica Duncan, que todavía se enseña y se baila en la actualidad.
Diva ante litteram, rebelde y pionera de la revolución de la danza que estalló durante el siglo XX, referente extremo de independencia y pureza: Isadora Duncan además de la madre de la danza moderna, es una anticipación de la Mujer libre. ideal, inconformista e independiente, que tendría que esperar aún décadas en aparecer.
Día Internacional de la Danza (29 de abril)
Esta fecha, proclamada por la UNESCO en 1982, se conmemora el nacimiento de Jean-Georges Noverre, un innovador y maestro de la danza considerado el creador del ballet moderno.
En el Día Internacional de la Danza, recordamos a la creadora del Ballet Contemporáneo.
Fania All Stars
Album: Crossover
Tema: Isadora
Arranged By: Louie Ramirez
Arranged By: (All Strings) Vincent Montana, Jr.
Producer: Jerry Masucci
Written By: C. Curet Alonso

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