El reconocido músico, vocalista, compositor y arreglista Jeremy Bosch anunció el lanzamiento de su nuevo sencillo titulado “¿A dónde iré?». Esta canción se adelanta como corte promocional para su próxima producción discográfica, en agenda para octubre de este año.
“¿A dónde iré?» es composición del también virtuoso de la flauta. Para escribir la letra, Bosch se permitió guiarse por el Salmo 139. En cuanto a dicha inspiración, Jeremy comentó a través de un comunicado: «Esta canción nace de un momento de introspección y gratitud. Quise capturar cómo Dios nos encuentra y nos acompaña en cada lugar, incluso cuando no lo percibimos. Espero que quienes la escuchen puedan sentir esa cercanía y confianza en Él.»
La lírica «combina versículos bíblicos con la experiencia personal de Jeremy, quien entrelaza su testimonio de vida con la riqueza espiritual de la escritura», según detalló el equipo del artista.
Con esta composición, el virtuoso salsero -cuya obra aborda diversos géneros musicales- busca invitar «a la reflexión sobre la presencia de Dios, (…) y la intimidad de la relación con Él, a través de una expresión musical auténtica y conmovedora».

El compromiso de Jeremy Bosch con esta producción es evidente. Funge como compositor de la letra y melodía, arreglista, productor, vocalista, corista, además de haber interpretado la flauta. En el bajo, se escucha el talento de Álex “Apolo” Ayala interactuar con el piano a manos de Gabriel Chakarji. En las tumbadoras y en la percusión menor quedó grabada la interpretación de Marcos Torres. En el timbal y el bongó se luce Marcos López. Las trompetas estuvieron a cargo de “Maneco” Ruiz y Jesús Ricardo. La ejecución del trombón quedó en registro de Doug Beavers y el saxofón tenor de Mario Castro. Edmar Castañeda grabó el harpa, Roman Lajara grabó las guitarras y el banjo, mientras que los violines quedaron por Ali Bello, las violas por Samuel Marchan y los cellos por Mara Navas.
Sobre el artista:
Jeremy Bosch es orgullo boricua. Nació en Ponce y creció en Las Piedras. Es egresado de Berklee College of Music, Clase de 2013; titulado en Composición en Jazz.
Jeremy fue cantante y flautista de la Spanish Harlem Orchestra desde 2015, cuando su director Óscar Hernández lo reclutó para sustituir a Ray De La Paz hasta inicios de este 2025 cuando salió de SHO para dedicarse a su rol solista. En 2016, sus composiciones lo dieron a conocer como una gran pluma, de la mano de Salsaneo Records a través del disco Hecho a mano, a cargo de Buena Vibra Sextet. En 2020, al reseñar la producción Golpe duro de Pequeño Johnny Rivero, me volví a topar con el crédito de Jeremy como corista del disco. Ahí, ya lo identificamos como una de las nuevas promesas salseras a seguir. En Puerto Rico, además de su carrera solista, se le asocia al percusionista y director de orquesta de la generación del presente, Pete Perignon, con quien colaboró para el sencillo ‘Sería una pena’ (2020).
Anteriormente, Jeremy había tenido el buen sentido para incursionar en el tributo a otro ponceño notable: Cheo Feliciano. La obra -publicada bajo el título Prefacio- se registró en vivo en el Dizzy Club de Nueva York. Para tal hazaña, compartió escena con invitados especiales como Óscar Hernández, Johnny “Dandy” Rodríguez y Nelson González. En esa oportunidad, sobresalió entre composiciones de Tite Curet Alonso, como ‘Si por mí llueve’, ‘Pa’ que afinquen’ y ‘Los entierros’ -por mencionar algunas- en arreglos del vibrafonista Felipe Fournier.

Otra producción destacada de su notable trayectoria le permitió compartir estudio con Luis Enrique y Alain Pérez para la producción de Prólogo hoy. Le siguió Epílogo, de música afrocaribeña. Jeremy no quisiera que se le asocie únicamente con la salsa. En efecto, su incursión musical ha sido intrépida y variada; experimentando con «salsa mezclada, producida y arreglada desde una perspectiva más sintetizada y minimalista» según describió en entrevista para la Fundación Nacional para la Cultura Popular de Puerto Rico.
Desde su esquina, este artista que ha optado por ponerse a trabajar -venciendo la tentación de quejarse- invita a «una reconciliación entre generaciones» en sana convivencia para enriquecer y diversificar el banco de talento musical contemporáneo.